Evolucionar una marca sin renunciar a la historia
Innovar no es hacer algo nuevo. Es hacer algo que importe.
Porque “innovación” se ha dicho tantas veces que casi ha perdido sentido. Pero cuando la bajamos al suelo, descubrimos que no va de laboratorios secretos ni de grandes titulares. Va de resolver problemas reales, con soluciones que cambian calles, hogares y ciudades.
En esta mesa redonda lo vimos claro:
– Benito Urban nos recordó que no todo es disrupción: innovar también es mejorar lo cotidiano, desde una tapa de alcantarilla hasta la nueva movilidad.
– Simon nos mostró que innovar es aprender a escuchar, abrirse tras décadas de hacerlo todo puertas adentro y entender que sin cliente en el centro, no hay futuro.
– Silence nos enseñó que no se innova en soledad: la colaboración es la única vía para transformar la movilidad urbana.
Y de sus voces quedó una certeza: innovar no es acumular proyectos ni perseguir la próxima moda. Es poner foco. Es probar, fallar y volver a intentar. Es hacerlo humano, incremental, a veces invisible, pero siempre con propósito. Porque la verdadera innovación no está en inventar lo imposible, sino en mejorar lo posible.
Si innovas, hazlo con sentido.
Si no, apoya a quienes lo hacen.
Y si no haces ninguna de las dos… al menos no uses la palabra en vano.